Hace algunas semanas “me liaron” para que me inscribiera a esta carrera. Era importante alguna participación femenina para puntuar por equipos… y aunque mi marca no iba a ser nada buena, yo habitualmente ya no corro más de 15 minutos seguidos, decidí apuntarme.
El domingo 22 salimos a las 8.30 de la mañana repartidos en tres coches hacia Tomelloso. Allí nos esperaban Andrés y Paco .
Llegamos a Tomelloso, recogida de dorsales y a calentar. Los chicos se posicionaron en primeras filas, para salir “lanzados”. Yo me quedé un poco más atrás, pero tampoco demasiado. Una vez colocado Martín Fiz en la línea de Salida y tras las correspondientes fotos se dió la salida (nos comentaba Pedregosa que tras las fotos correspondientes, Martín se posicionó en segunda fila para dejar a los más jóvenes salir sin obstaculizarlos). Mi sensación nada más salir en carrera fue de un poco tapón. Como en todos los lugares, y Tomelloso no iba a ser diferente, personas mal posicionadas en la salida.
Yo y mi costumbre de no mirar recorridos, no sabía muy bien cómo iba a ser éste. Lo único que sabía y para lo que tenía que preparar la cabeza fue para las dos vueltas que tenía el circuito. Tras un primer giro a la derecha y antes de alcanzar el fin del primer km, nos encontramos con animación musical, que todo corredor sabe siempre es bienvenida. Seguimos bajando suavemente hasta encontrarnos el km3 , justo en la Plaza de España. Me quedé alucinada, precioso su edificio del ayuntamiento con una gran lazo rosa en su bonita fachada blanca y la fuente de la plaza también con el agua de color rosa. Lástima de no ir con móvil porque hubiera hecho una foto.
Seguimos bajando como otro km para encontrarnos otra animación musical y giro de 180 grados para ir en sentido contrario. Durante el tramo que coincidimos unos subiendo y otros bajando, veo al grupo de carrera, al grupo perseguidor entre los que va Martín Fiz, al cual animo y me da las gracias con un ligero movimiento de su mano derecha y giro de su cabeza hacia a mí, y voy viendo a los chicos Suanzes. Les animo a todos. Y sigo corriendo, pensando que si no animara tanto a lo mejor no perdía fuelle en carrera (jajajaja). Al llegar al km3 giramos hacia la izquierda y antes nos encontramos a un speaker con música. Es muy agradable verle allí. Nos anima a todos. Dice los nombres de la gente a la que conoce, y todo ello se agradece. A partir de ese punto y hasta el km 4 corremos por la que a mí me resulta la parte más aburrida del recorrido. Hay animación de gente pero bastante menos que en el resto de la carrera. En el km4 giramos a la derecha y ya nos encontramos en la calle donde se encuentra la meta (aunque aún me queda una vuelta). Sé que por allí estarán Susi y las chicas para animarnos y hacernos fotos. Voy a un ritmo más rápido de lo que yo imaginara y me encuentro bien. Paso por la zona donde están y me animan. Ahora queda otra vuelta igual…ya se lo que va a venir y me preparo para ello. Pasado en el km5 está el avituallamiento. Me hace gracia que una de las personas que nos da el agua es claramente un vecino del pueblo, un señor mayor con su boina y todo. Me resultó muy entrañable y entre eso y todo lo que veo durante la carrera voy pensando que la carrera me gusta, que no tiene nada que envidiar a ninguna carrera de Madrid (y eso que yo soy muy pro-Madrid). Con todos mis pensamientos, y dos personas que durante toda la carrera van próxima a mí voy aguantando. A una mujer que me pasa, luego se para, se vuelve a enganchar conmigo, me vuelve a pasar, se vuelve a parar… y así durante toda la carrera le digo que cuando lleguemos a meta que me busque que quiero decirla algo. Lo mismo hace otro señor, pero a él no le digo nada, jeje. Mucho más simpática la mujer. Llegando ya al último km veo a Andres que ya ha acabado su carrera. Y detrás viene Manu, en mi ayuda. Se pone a mi lado y me dice que aguante que ya no queda nada. Le digo que voy cansada… y que va un poco rápido para mí. Pero de pronto me empiezo a sentir bien y aprieto… más adelante se une a nosotros Enzo, que le pedí me ayudara en los últimos metros. Al apretar un poco, dejé atrás a mis “compañeros” de carrera. Ya no pudieron seguirme. Manu sólo hacía que decirme que no quedaba nada, que la pancarta y a la izquierda. Y efectivamente…giro a la izquierda y se ve la meta. Le digo a Enzo que vamos a apretar… y acabamos la carrera supersprintando. Madre mía, la velocidad a la que se movían mis piernas en esos momentos. ¡Carrera conseguida! Un digno tiempo de 52 minutos, inimaginables para mí al principio. Estoy encantada. Buenas sensaciones en general. Ahora… pensándolo un poco creo que fui muy conservadora, pero mi miedo es desfondarme en estas distancias las cuales ya no entreno.
En la llegada, ubicada en un parque muy acogedor, productos típicos de allí, fruta y bebida para reponernos. Nos vamos a las duchas… a “acicalarnos” y luego a la entrega de premios. Segunda posición en su categoría para Manu, que compartía pódium con el mismísimo Martin Fiz que quedó primero. Lástima no poder reflejar tal hazaña ya que Martín no se quedó para la entrega de premios. Martín, no te lo perdonaremos (jajajaja). Y lo mejor… cuartos por equipos y nuestro correspondiente premio. Después tuvimos una estupenda comida en el restaurante Marquinetti (no dudéis en degustar sus espectaculares pizzas si pasáis por allí).
Hacia las 18h pusimos rumbo de vuelta a Madrid. Una maravillosa experiencia compartir un día con mis compañeros. Gracias Manu y Juan por insistir en que me apuntara. Y … respecto a la carrera: un 10 de nota final. Creo que no le puedo poner ningún ”pero”. Una primera edición (yo no lo sabía) que ha aprobado y con nota. La carrera era también Campeonato Regional de 10km ruta de Castilla y La Mancha. Creo que lo único malo que hubo fue alguna incidencia en las clasificaciones. Pero, ¿existe alguna carrera sin incidencias? Seguramente no. Conclusión: si tenéis oportunidad id a correr los 10km de Tomelloso. Es una carrera muy rápida. Cuando digo subir y bajar en la crónica es “muy muy muy ligero”, pero km a km se nota.
Si tenéis curiosidad por saber qué le dije a la mujer que iba corriendo próxima a mí, fue que no corriera así, que mantuviera un ritmo más tranquilo pero sin parar. Su respuesta fue decirme que es que ella no entrena, sólo hace gimnasio y allí en la cinta hace sprint de 30 segundos. Entonces la aconsejé que entrenara algo, y que empezara por carreras de 5kms y que cuando ya se sintiera cómoda en esa distancia pasara a los 10. Que lo único que hacía era desfondarse cada vez que “lo daba todo”. Me dijo que estaba agotada… y me lo creo. Posiblemente yo sólo la sacaría medio minuto en el tiempo final; pero, yo ayer estaba estupendamente y ella fijo que estaría fatal. Me dio las gracias y me dijo que lo tendría en cuenta. Bueno… espero que mis palabras la sirvan para al menos seguir corriendo muchos años (era su primera carrera).
¿Para cuándo otro viajecito parecido?