El texto de la crónica del cuarto día de campamento (sábado 25 junio) nos lo ha escrito hoy Soledad Diego, la aguerrida madre de uno de nuestros (no menos aguerridos) expedicionarios. ¡Muchas gracias, Soledad!
« Visita de las familias »
« Por fin llegó el ansiado día: el Día de Padres.
» La mayoría de las familias se han levantado temprano para ponerse en ruta hacia el campamento, aunque algunos madrugadores ya acudieron a la zona el viernes.
» A las 11:00 estábamos convocados en la entrada de la Aldea Juglar y allí fuimos llegando padres, hermanos y familia, con mezcla de sentimientos. Por un lado, ilusionados por ver a los chicos, a los que, a pesar de hacer solo tres días que marcharon, ya echamos de menos; y por otro, nerviosos ante las actividades que nos tienen preparadas: de la fama de la dureza de las pruebas del campamento del año anterior ya se habían hecho eco los padres “novatos”…
» Al llegar al campamento nos recibe Isidro, quien, carpeta en mano, nos da las primeras indicaciones de cómo va a transcurrir la jornada. Con él se encuentran dos de los monitores de la Aldea, para darnos la bienvenida.
» Nos presentamos uno por uno. Aunque nuestra procedencia era diferente, los “Sol”, “los Pérez de Ayala” y los “Club de Atletismo Suanzes”, íbamos a ser, por un día, la Familia Suanzes.
» Mientras, los chicos esperaban en el interior del campamento, alineados frente a sus cabañas… Momentos de abrazos, besos y achuchones dieron paso a una visita por el campamento en la que los guías fueron los propios niños: la granja, la garganta, el prado… Una gozada de enclave.
» Pero… ¡se acabó la tranquilidad! Momento de ponerse las pilas. ¡Dos equipos, Los Fatal (padres) contra Las Juglares (madres), enfrentados en una competición sin igual!: carrera de karts a pedales, carrera de esquíes triples, lucha de gladiadores hinchable… Nos reímos y divertimos un montón. Por cierto… ganaron Los Fatal.
» Tras las pruebas, la merecida recompensa: la paella, ¡y qué buena estaba! Comimos en el comedor donde un poco antes habían comido los niños. Tanto al equipo de cocina como a todos los monitores, un diez: inmejorable.
» ¿Y la siesta??… Hoy era un día para aprovechar al máximo, así que continuaron las pruebas, esta vez para los padres que quisieran participar: tiro con arco, escalada en cajas... y hasta un torneo de mus. Así, mientras algunos padres eligieron esta opción, otros aprovecharon para darse un chapuzón con sus hijos o, simplemente, descansar y charlar un rato.
» Sobre las 18:30 llegó la hora de organizar la despedida. Ya por la mañana los padres habíamos preparado una coreografía guiados, eso sí, por Isidro, cuya faceta bailonga no conocíamos muchos de nosotros. Las Juglares y Los Fatal hicieron sus respectivas actuaciones: ¡¡¡qué momento!!!
» El chachachá dejó paso a la actuación sorpresa de los niños que, con todos los monitores, habían preparado un baile divertidísimo; y después, bailamos todos a la vez. Risas y más risas.
» Y… final de la jornada para los padres. Despedidas, más besos y achuchones… y algunos llantos. Nos fuimos exhaustos y agotados, pero felices de comprobar, una vez más, que nuestros hijos están en las mejores manos y en un lugar precioso, rodeados de naturaleza por todas partes.
» Ya de regreso, comenzaron a llegar las primeras fotografías: en la Aldea Juglar no hay tiempo para el aburrimiento (fiesta de pijamas…). Gracias al esfuerzo y cariño de los monitores, las penas por la marcha de los padres se habían esfumado y, durmiendo todos juntos en la sala, se preparaban para el siguiente día…
» Gracias por ofrecernos este día tan divertido y emocionante. »
Soledad Diego
Álbumes de fotos del 4º día:
Vídeo-resúmenes del 4º día:
Vídeo-resumen fotográfico en nuestro canal de YouTube
Vídeo de acción real de las actividades de los padres (YouTube)