Nuestro compañero José Luis Palancar nos envía la siguiente crónica de su participación el maratón de Nueva York.
Por el corazón de la Gran Manzana, así ha sido el recorrido de la Maratón de Nueva York 11-02-14 (en los EEUU la fecha se pone al revés), recorriendo los 5 barrios de Nueva York: Staten Island, Brooklin, Queens ,Bronx y Manhattan
La mañana se levantó fría, 5ºC y muy ventosa, con una sensación térmica de 3ºC al inicio de la carrera, pero para entonces ya habíamos estado tiritando durante más de 4 horas. El autocar nos recogía a las 5:15 h. El madrugón era lo de menos, ya me había estado tomado pasta a las 4:30h, pasta de la que sólo hay que añadir agua caliente, porque a esas horas no hay otra cosa disponible (esto nos lo recomendó Fernando Pineda y algunos valiosos consejos más). Nos dejaron a las 6:30h en las inmediaciones de un cuartel militar junto al Puente Verrazano en Staten Island. ¡Que frío!, ni con el café caliente que estaba disponible, ni con la ropa de abrigo que llevábamos se podía aguantar, y así la larga espera a la intemperie. Yo fui afortunado porque me puse con la espalda apoyada en el tronco de un árbol que algo de viento me quitaba y así hasta que abrieron los “corrales” para la primera oleada. Por suerte salía con los primeros a las 9:40 h (aunque fuese en el segundo cajón) porque los últimos no salían hasta las 11h de la mañana y las damas ya habían empezado media hora antes. Hasta que no faltaron 10 o 15 minutos para la salida nadie se despojaba de la ropa de abrigo, de hecho me quede con la chaqueta del chándal hasta el pistoletazo de salida. Tomé algo más de alimento en ese rato y después el himno americano cantado en directo antes de salir. Y tras el disparo, al lío (primero a cruzar el “lío” por el puente) con un viento lateral que te empujaba la pierna izquierda contra la derecha con riesgo de tropiezo, de hecho el recorrido de los que iban en silla de rueda se modificó para iniciarse al otro lado del puente. Me encontré muy bien en toda la primera media maratón, a buen ritmo, pasado el kilómetro 10 en 41: 38 y la media en 1h 29. El recorrido era un continuo sube y baja moderado, pero lo peor era el viento al cruzar los puentes, primero pasado el Km 20 el Pulaski en Queens, después el de Queensboro para cruzar a Manhattan y coger la 1ª Avda. , luego el de la Avda. Willis para ir al Bronx y por último el de la calle 138 para regresar hacia la 5ª Avda, en ellos íbamos al raso sin edificios que nos protegieran. Así que entre el viento (ya conocéis el axioma en atletismo que dice que el viento siempre sopla de cara) y la fatiga muscular por las tiritonas antes de la salida fui perdiendo tiempo, como todos, porque hasta Wilson Kipsang ganó la carrera con un tiempo bastante discreto 2h10:59, de hecho desde que coincidí con él en Berlín le he recortado casi 7 minutos. Después de la subida por la 5ª Avda. hasta el MOMA, ya nos metíamos por Central Park para bordearlo por dentro, menos al sur del parque que volvíamos a la calle Central Park South, para volver a entrar por Columbus y recorrer los últimos centenares de metros entre las banderas de todas las naciones para llegar a la meta. El objetivo se había cumplido 3h 12:51 tiempo oficial, algo menos será el neto, feliz por haber cumplido mi sueño de correr al menos una vez en la vida la Maratón de Nueva York.
La organización de Fernando Pineda en todo momento atenta, también con los acompañantes. Y algunos datos: más de 50.000 corredores llegaron a meta, cerca de 2 mIllones de personas animando en la calle a pesar del frio, un 60% de corredores extranjeros, el nivel de las atletas populares femeninas impresionante, la organización excelente, avituallamientos cada milla de agua y bebida isotónica, suplementos de glucosa en el Km 30, y todo lo que la gente te ofrecía, hasta especialidades japonesas (no las cogí, porque no sabía que eran) y la seguridad del evento máxima. La ciudad se vuelca con los corredores antes, durante y después de la carrera. En “dos“ palabras IMPRESIONANTE.